Maialen Fernández Martín

La relación terapéutica es una relación de confianza entre el psicólogo y el paciente-cliente. Se garantiza la confidencialidad de todos los temas tratados en las sesiones así como el cumplimiento de los protocolos de optimización de servicios. (terapias probadas eficaces y eficientes. 

La figura del psicólogo no es la de un amigo ni un médico. Nuestra labor consiste en orientar y guiar en un proceso, facilitando el desarrollo de habilidades presentes en las personas y reorientando cogniciones y comportamientos desadaptativos.

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A la hora de escoger un psicólogo debes valorar su formación (recordemos que pese a que a efectos legales la habilitación sanitaria es suficiente, la formación no es la misma a quienes poseen el master a título personal). Por otro lado, tiene que ser una persona con quien te sientas cómodo y libre de juicios. La relación que se establece entre ambos debe estar basada en el respeto mutuo, la empatía y por supuesto la confidencialidad

Se refiere al proceso individual y único de cada persona orientado a mejorar su calidad de vida. Para facilitar el proceso el psicólogo escogerá en cada momento las habilidades y herramientas más oportunas, siempre adaptandose a la persona. Es importante por ello, que el psicólogo disponga de un amplio abanico de herramientas, experiencia y formación para de ese modo ser capaz de adaptar todos sus conocimientos a la persona en lugar de tratar de encajar a esta en único modelo teórico.

La duración de cada sesión oscila entre los 50 y los 70 minutos, si bien es cierto que las primeras sesiones pueden alargarse un poco.

La frecuencia de las sesiones suele ser semanal, aunque en ocasiones puede variar ( por ejemplo al final del tratamiento pueden ser más espaciadas). 

En cuanto a la temporalidad, la duración de un tratamiento es variable en función de la persona, la problemática, el momento vital. Se recomienda un mínimo de 10 sesiones para observar cambios y consolidarlos. Es importante no dejarnos guiar por las primeras impresiones de mejora y asegurar una estabilidad de los cambios conseguidos. No se puede olvidar que se están cambiando patrones de pensamiento y comportamiento que nos han acompañado durante largos periodos de tiempo.